Redibujando la Costa
Diego Bermudez Obregón
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Después de muchos años de violencia y aislamiento económico, la imagen de Colombia ha cambiado. Se han firmado tratados comerciales internacionales y Colombia ha sido blanco de nuevos viajeros e inversores internacionales. Un destino prohibido hace menos de una década, Colombia recibe ahora a más de 2 millones de visitantes por año. Este rápido auge económico ofrece buenas oportunidades de crecimiento, pero está teniendo consecuencias dramáticas para las comunidades urbanas y su entorno. La región caribeña de Colombia es una de las regiones más visitadas del país, especialmente dos parques naturales ubicados cerca de las principales ciudades. La mitad de los turistas que ingresan al país visitarán uno o dos de estos parques naturales. No obstante, el turismo, la expansión urbana y el crecimiento descontrolado están poniendo en peligro la singularidad de esta región, arruinando sus diversos activos naturales.
Desafortunadamente, las ciudades costeras no tienen los criterios para expandirse de manera sostenible en términos de competitividad, inclusión social y calidad urbana. La percepción de la costa caribeña en Colombia es la de una línea. El desarrollo se ha producido al ignorar el contexto inmediato, al tratar de imitar a otros destinos internacionales de playa, a ignorar y amenazar un entorno único.