Jefe de diseño: Daniel Bermúdez
Equipo de diseño: Jaime Barrera, Daniela Almansa, Daniela Chaves, Juan David Herrera
Urbanismo, Zonas exteriores y Paisajismo: Diego Bermúdez
Cálculo Estructural: CNI ingenieros Nicolás Parra
Ventilación mecánica: Oscar Villamizar y CIA. LTDA
Instalación hidráulica y sanitaria: Plinco S.A
Proyecto Eléctrico y Datos: SM&A Ltda. Jaime Sanchez
Proyecto acústico: SoundArts. Jaume Soler – ADT Diseño & Tecnología Daniel Duplat
Asesor Bioclimática y Sostenibilidad: Arquitectura & Bioclimática. Jorge Ramírez
Seguridad vial: TyT Tránsito y Transporte Ingeniería S.A.S. Deisy Guzmán
Seguridad Humana: AGR y CIA. Jaime Andrés García
Renders: Ricardo López Arquitectos S.A.S

El proyecto de un gran teatro para la Universidad del norte en Barranquilla se convierte en una oportunidad de crear un pedazo de ciudad coherente y promover el crecimiento de la universidad de una manera más abierta y en relación con el magnífico entorno natural en el que se emplaza dicha institución. El proyecto surge entonces de una cuidadosa mirada del pasaje circundante, que incluye el rico ecosistema de la ciénaga, el Río Magdalena y su encuentro con el mar. El programa está pensado para atender las necesidades de la universidad con un teatro para 1.200 personas, una sala alterna, salones múltiples y una sala de exposiciones. Sin embargo, este programa se pone al servicio de la ciudad convirtiéndose en un equipamiento de primer orden en Barranquilla, donde la llegada de un nuevo escenario como este tendrá un significativo impacto en la vida cultural de la ciudad.

La gran circulación principal que remata en la sala de exposiciones y se conecta con el campus a través de una pasarela elevada sobre la vía publica, mira a una amplia zona de espacio publico que se relaciona con el trazado principal del plan urbanístico y que a su vez hace eco de las escorrentías principales del lugar.

Este vestíbulo-conector, con conexiones en diferentes alturas y espacios amplios para el encuentro, mira a occidente, por lo que requiere de una protección contra la radiación directa de la tarde, en busca del confort térmico que tanto se aprecia en un clima tórrido como el de Barranquilla.