Jefe de diseño: Daniel Bermúdez Samper
Equipo de diseño: Arq. Jaime Romero, Arq. Javier Ruiz, Arq. Andrés Gómez
Cálculo Estructural: Ing. Hernán Sandoval
Estudio de suelos: Sáenz Ruiz Cadena y Cía.
Instalación hidráulica y sanitaria: Ing. Rafael Hernández
Instalación eléctrica y datos: SM&A Ing. Jaime Sánchez
Presupuesto y programación: PAYC S.A. Pérez Arciniegas Y Cía.
Constructora: Civilia Ltda. (Constructor estructura) Arq. Urbano Ripoll (Constructor acabados)
Gerencia de Proyecto: E. Pombo y Cia.
Fotografía: Germán Téllez, Enrique Guzmán
Ubicado en el extremo nororiental del centro de Bogotá, el edificio de Posgrados de la Universidad Jorge Tadeo Lozano es la construcción más representativa del Campus, símbolo de la entrada al centro de la ciudad por el norte y puerta de la institución.
El edificio potencializa y responde a las diversas condiciones del entorno, a las necesidades de la Universidad en su proyección a futuro frente a la ciudad, y a las características espaciales y funcionales de las actividades que alberga.
Para dar respuesta a un programa que contemplaba oficinas, servicios, cafetería y aulas en un lote reducido, fue necesario acudir a los 8 pisos de altura permitidos por la norma. Puesto que la cafetería y las oficinas debían –por razones funcionales– ocupar los tres primeros niveles, resultaba fundamental resolver adecuadamente el flujo de un gran número de estudiantes hasta los 5 pisos siguientes. Por este argumento programático, por la convicción de que circular, comunicar y aprender van de la mano, y por analogía con las dinámicas propias de la movilidad urbana; la fachada norte, completamente acristalada, expone a Bogotá el acontecimiento más relevante del proyecto: un recorrido compuesto por escaleras y balcones que cubre todo lo alto y largo de la edificación y que, en la medida en que asciende, va disminuyendo en dimensión.
Por contraste con esta gran fachada acristalada, ligera y abierta, que enmarca la gran dinámica de la circulación tanto interior como exterior; la fachada sur, que encara el centro tradicional, y paramenta aulas y oficinas, está dotada de una gran serenidad y sobriedad, lograda mediante una retícula homogénea que alterna ventanas rectangulares con la estructura portante en concreto visto de color blanco. En el primer nivel de esta fachada de composición clásica, una galería porticada abierta a la plaza a la manera de una stoa, sirve de preámbulo cubierto al vestíbulo de la edificación.