El Museo de Artes Visuales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano es la tercera edificación que compone el conjunto urbano de espacios abiertos y cubiertos que conforman la manzana pública del Campus de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Al igual que los edificios precedentes, este proyecto es un aporte directo a la ciudad y a la Universidad, respondiendo a las determinantes particulares del lugar y de la actividad mediante estrategias técnicas y espaciales sorprendentes.
En conjunto con la Biblioteca y Auditorio, el proyecto contribuye a la configuración y delimitación de espacios urbanos públicos para el sector. Por su volumetría rectangular alargada de extremos curvos, y por la configuración en primer piso de una galería porticada abierta, el edificio invoca y conduce los recorridos peatonales de la calle 22 hacia la plazoleta de la Universidad y hacia el interior del Museo.
En el primer piso se encuentra el vestíbulo, un café y una escalera que conduce al piso superior, una gran planta libre rectangular destinada a las exposiciones. Como respuesta arquitectónica a la actividad museográfica, el espacio interior prescinde por completo de ventanas y se encuentra iluminado por seis grandes claraboyas que reciben del norte la máxima iluminación natural, sin asoleamiento. La edificación, de baja altura y sobrio perfil, está construida en hormigón blanco a la vista, sirve de lienzo y armoniza con las actividades que se realizan en la plazoleta, con las obras vecinas, el cielo, los cerros y la vegetación circundante.