Bermúdez Arquitectos

Grand Decameron Serena del Mar

Cartagena, Colombia 2019 | Concurso privado, 40.000 m2 | Anteproyecto para el diseño arquitectónico y paisajístico del Resort Gran Decameron, Serena del Mar.

Directores del equipo: Daniel Bermúdez, Diego Bermúdez.

Urbanismo y Paisajismo: Diego Bermúdez.

Arquitectos B|A: Ramón Bermúdez, Santiago Izquierdo, Cristina García, Tatihana González, Andrés Solano, Ricardo Ariza, David Herrera

El Lote

En Bermúdez Arquitectos pensamos la arquitectura desde el paisaje. Por lo tanto, un diseño orientado hacia la resiliencia permite garantizar el buen funcionamiento y evolución del proyecto. En Cartagena se prevé un aumento en el nivel medio del mar de entre 15 y 20 cm para el año 2040 (Plan 4C). Por consiguiente, todas las areas situadas por debajo de la cota 0.80 son suceptibles de ser inundadas en el futuro próximo y no deberán ser ocupadas. Asi mismo, la erosión costera es un fenómeno dinámico, continuado y natural que afecta todas las costas. La manera más eficiente de proteger los predios del Grand Decameron es por medio de la preservación de la Duna. Esta es capaz de detener los fuertes vientos que vienen cargados de arena y que tienen un impacto directo sobre el confort de los huéspedes y afectarán las areas libres del hotel. Por otro lado, el arroyo Guayepito que divide el lote en dos partes, es un humedal costero que aloja un ecosistema Manglar. Este tiene una rica diversidad de especies y proporciona invaluables servicios ecosistémicos. Entre otros, el Manglar proteje de la erosión y potencial inundaciones por lluvias torrenciales. Además, disminuye la temperatura del predio, y fomenta las acitividades de ecoturismo. Habitamos un sistema socio-ecológico y como tal debemos diseñarlo. Proponemos, por medio de un esquema compacto, la coexistencia de un proyecto hotelero de alto impacto y la conservación de los ecosistemas presentes en el predio. Duna, Playón, Manglar, Matorral Xerófilo. Aprovechamos al maximo la existencia de una via de servicios que permite irrigar los sistemas técnicos del hotel y conservamos el corazón del predio libre para el disfrute de los huéspedes.

La Arquitectura

En aras de afectar lo menos posible el funcionamiento ecológico del manglar existente hacemos una apuesta decidida por la compacidad. Esta compacidad, combinada con la propuesta de crear dos ámbitos en el resort, el resort de mangle y el resort de playa, conseguimos una implantación que a la vez conserva lo existente y potencia su disfrute como espacio turístico y recreacional. Los dos conjuntos de edificios están conectados a la vía de servicio localizada al norte del predio, permitiendo el abastecimiento directo y sencillo de las zonas de cocina, housekeeping y room service de todo el complejo hotelero. A través de vestibulos pasantes que enmarcan las vistas, la experiencia de llegar al resort y de recorrerlo se convierte en una sucesión de umbrales de actividad donde los espacios frescos y sombríos abundan. Además de los dos ámbitos del resort, enfocados en resaltar la vida del mangle y la experiencia de la playa, proponemos una separación de actividades vinculadas a las caracteristicas del territorio sacando el mejor partido a cada uno de los espacios. De esta manera podemos tener la plaza de llegada con servicios y comercios compartidos con las viviendas; una zona de niños con sus habitaciones, piscinas y zonas de servicio asociadas; zonas asociadas al manglar como el spa, los recorridos palafiticos o el mirador; o una zona VIP con vista 180 grados de mar, entre otras posibilidades. El proyecto aprovecha la diversidad de activos ecológicos presentes en el lugar a través de caminos, pasarelas, puentes, miradores y lugares de descanso y permanencia que incitan al descubrimiento y la aventura. Conectados en un recorrido circular que vista todas las zonas del resort, estos espacios se converten en un atractivo importante de la oferta recreacional activa y pasiva del resort.

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